Nacimiento. Bautismo. Beatificación

S A N  P Í O  X 

NACIMIENTO.      2 DE JUNIO DE 1835.
BAUTISMO    :       3 DE JUNIO DE 1835
BEATIFICACIÓN: 3 DE JUNIO DE 1951

Oración: Señor, Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al Papa San Pío X de sabiduría divina y fortaleza apostólica, concédenos que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

                                Italia: los dos lugares en dónde desarrolló su vida: Véneto y Roma

La casa natal, hoy está señalada al viajero, con una inscripción; ha quedado tal como era entonces,  habitada por dos padres y sus ocho hijos. De un solo piso, propiedad de Juan Bautista, ubicada bastante lejos de la iglesia, sobre la ruta de Asolo. Nada ha cambiado: los muebles, muy simples, son los mismos que conoció Pío X, cuando pequeño. Abajo, dos piezas y una cocina; arriba, tres piezas, una de las cuales fue la habitación-salón donde José Sarto, hecho dignatario de la Iglesia, recibía las visitas, cuando venía a Riese por pocos días. En la pieza del matrimonio nacieron los hijos. La gran cama tuvo que venderla Margarita, ya viuda, “un día que tuvo mucha necesidad...” 

Parroquia de San Mateo, en Riese

En ésta Iglesia, Parroquia de San Mateo Apóstol, fue bautizado y en ella celebró su Primera Misa, el 19 de septiembre de 1858,ofrecida a su padre fallecido en 1852

Desde muy niño amó la Iglesia y fue piadoso; pronto llevó la sotana de los chicos del coro, sirviendo en la misa. A los 11 años, ya era maestro de Ceremonias, guiando a sus compañeros. Le gustaban las cosas santas y el estudio. En la Escuela de Riese obtenía todos los premios- A esta edad hizo su Primera Comunión el 6.4.1847. Ese día se consagró a Dios, prometiendole ser casto y vivir para servirle. Hizo saber a su madre que quería ser cura. El 19 de septiembre de 1850 vistió el hábito clerical ( a  los 15 años de edad), dos días antes de la fiesta de San Mateo, titular de la iglesia de Riese. Margarita dispuso que los hermanos dieran al mayor en sus conversaciones la categoría correspondiente a su nueva dignidad: le tratarían de "usted".

ARTÍCULO ESPECIAL APARECIDO EN LOS PRINCIPIOS EL 7 DE ABRIL DE 1934 CONMEMORANDO LOS 100 AÑOS DEL NACIMIENTO DE JOSÉ MELCHOR SARTO

SU BEATIFICACIÓN - 3 de junio de 1951

LA PLAZA DE SAN PEDRO EL DÍA DE LA BEATIFICACIÓN.En la tarde del mismo día, Pío XII bajó, según costumbre, a venerar al nuevo beato; pero la ceremonia debió celebrarse al aire libre, ante la basílica, dada la inmensa multitud.

BEATIFICACIÓN DE PÍO X EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO- En la mañana del 3 de junio de 1951 tras el canto de la Letanía de los Santos, Pío X fue solemnemente proclamado beato. Leído el decreto y descubierto su sagrado cuerpo en la urna colocada ante el altar de la Confesión, y cayó el velo de su imagen en la gloria de Bernini-

PÍO XII VENERA A SU PREDECESOR-El Papa se arrodilla ante la urna colocada sobre el altar erigido ante la basílica. Después, vuelto al pueblo inmenso, pronuncíó su discurso panegírico del beato.

De los diarios Clarín y La Nación de Bs.As. el 4.6.1934

      Recuerdos de las Memorias del Card. Rafael Merry del Val.

“Recuerdo –dice Merry del Val- cómo después del horrible terremoto de Messina y Reggio Calabria, cuando a manos del Santo Padre habían llegado grandes sumas para la reconstrucción de iglesias y escuelas, así como para aliviar a las desgraciadas víctimas de la tremenda catástrofe, no pocas personas piadosas le instaron a que destinara parte de los fondos de Messina para otras obras de celo, más o menos relacionadas con Sicilia o Calabria. El Papa invariablemente, denegaba esas peticiones. “Ni un céntimo –decía- de lo que los fieles me han entregado para las víctimas de los terremotos será invertido en otra obra, y yo soy responsable ante ellos”.  Estos fondos que alcanzaban la cifra de seis millones de francos, fueron administrados y distribuidos por él mimo en persona. El balance anejo a la cuenta general, publicada en la prensa de todo lo invertido en Calabria, fue obra suya personal, y dejó atónito al jefe de Contabilidad del Vaticano por la rapidez y exactitud con que revisó listas interminables de cifras, verificando los cálculos necesarios para separar las distintas sumas destinadas a finalidades diversas. Terminado su informe económico, recuerdo que pronunció las siguientes palabras: “Estoy pensando  si quizá no será éste el último balance que hagamos abarcando tantos millones generosamente donados por el mundo entero para alivio de las provincia atacadas” Desgraciadamente no se equivocó. 

[...]Las Franciscanas Misioneras de María, encargadas del Instituto fundado por Pío X en la vía Portuense para los pobres huérfanos de Messina, Reggio Calabria, consideraron como un verdadero privilegio el poder alojar a tres sobrinas de su amado fundador : Con seguridad que Pío X no pensó nunca que la casa que él había dotado con tal munificiencia para las víctimas del gran terremoto habría un día de abrir sus puertas para acoger a sus propios parientes, víctimas de la Gran Guerra.

[...]Siempre consagró sus preocupaciones y actividades a los débiles y los oprimidos. Con inusitada energía, denunció los malos tratos a que eran sometidos los indígenas en las plantaciones de caucho del Perú. Creó y organizó una comisión de ayuda a los damnificados, tras el desastroso terremoto de Messina y, por cuenta propia, acogió a numerosos refugiados en el hospicio de Santa Marta, junto a San Pedro. Sus caridades, en todas las partes del mundo donde se necesitaban socorros, eran tan abundantes y frecuentes, que las gentes de Roma y de toda Italia se preguntaban de dónde saldría tanto dinero. La sencillez de sus hábitos personales y la santidad de su carácter se ponían de manifiesto en su costumbre de visitar cada domingo, alguno de los patios, rinconadas o plazuelas del Vaticano, para predicar, explicar y comentar el Evangelio de aquel día, a todo el que acudiera a escucharle.

      (El Papa San Pío X-Memorias por Card. R. Merry del Val. P.82)  (negrita y subrayado es mío)                       

del TESTAMENTO DE SAN PÍO X: "Nacido pobre, habiendo vivido pobre y cierto de morir muy pobre, siento no poder corresponder como merecen a las muchas personas que me han favorecido de modo especial, particularmente en Mantua, Venecia y Roma, y por ello, no pudiendo demostrarles mi gratitud de otro modo, pido al Señor les recompense con sus mejores bendiciones..." (En su testamento recuerda aún a sus hijos del terremoto de Messina y Reggio y les asigna una pensión.)

Súplica de un religioso francés, depositada sobre la Tumba de San Pío X, y cuya súplica se aplica muy bien a nuestros tiempos, o no?

“Santo Padre, haz que no me haga ilusiones y que comprenda la vida como debe ser comprendida y vivida en el sacrificio, la Súplica inmolación y la abnegación. Presérvame de una muerte repentina. Acuérdame la gracia de vivir los pocos días que me quedan todavía en una continua preparación para el día supremo. Aumenta en mi la confianza y el abandono a Dios…Reconcilia aquellos cuyos intereses terrestres los han separado. Dad pan a los que tienen hambre. Dad a Francia un gobierno cristiano. Libera a mi patria de la masonería y volved ineficaces todos los esfuerzos del  MALIGNO.”

Extraído de San Pío PIO X  « Essai Historique » por el P. P. Fernessole  (T II-«du  Vatican à la Gloire du Bernini"

REFLEXIÓN FINAL: Cuando el falso papa Francisco se atreve a decir ¿Quién soy yo para juzgar...? Habría que preguntarle que quién es él para juzgar a sus predecesores desde S.S. Pío XII para atrás.
 Si descaradamente ¡juzga a la Iglesia! Pero ésta ha sido conducida por verdaderos Papas que tienen un  nombre, los cuales reunidos formaron la Iglesia durante 2000 años; al pedir perdón por lo que la Iglesia hizo contra los aborígenes, o los judíos o lo que sea, está juzgando a esos antecesores usando de la mentira y de la herejía! ¡Calumnia sin el menor empacho!

¡San Miguel Arcámgel defiéndenos de los herejes!