lunes, 5 de junio de 2017

CUANDO LOS VOLCANES RUGEN


¿IRA DIVINA O CASTIGO DE DIOS?

DOMINGO 8 DE MAYO DE 1902 .DÍA DE LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR.


TOCAN LAS CAMPANAS DE LAS IGLESIAS PARA LLAMAR A LOS OFICIOS RELIGIOSOS. A LAS 7:50, UNA DETONACIÓN TERRIBLE SE ESCUCHA REPENTINAMENTE; SE OYE UN RUIDO SIMILAR AL DE DE CENTENARES DE SIRENAS DE BUQUES SONANDO AL MISMO TIEMPO; SEGUIDAMENTE UNA NUBE HUMEANTE DE 400ºC, HINCHADA, NEGRA, ATRAVESADA POR RELÁMPAGOS Y DE UN TAMAÑO DE QUINCE MILLONES DE METROS CÚBICOS SALE DEL VOLCÁN ENTREABIERTO, Y EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS, A UNA VELOCIDAD DE  450 METROS POR SEGUNDO SE PRECIPITA SOBRE LA CIUDAD, LA CUBRE, LA ABRASA, LLEGA HASTA EL MAR...



                       ISLA DE LA MARTINICA EN LAS ANTILLAS- MAR CARIBE- FRANCESAS



  
       ISLA FRANCESA MARTINICA, EN EL MAR CARIBE, MAR DE LAS ANTILLAS.(OCÉANO ATLÁNTICO)
 AL NOROESTE -SAINT-PIERRE, EX CAPITAL, LE PRÊCHEUR, MORNE-ROUGE(CUBIERTOS POR LA LAVA) Y LA MONTAÑA PELÉE - 1397 M.
SAINT-PIERRE ANTES DE LA ERUPCIÓN


MARTINICA- 1902- ERUPCIÓN VOLCÁN- 
 En la isla de la MARTINICA (Antillas), el día 8 de mayo de 1902: en menos de dos minutos, una erupción volcánica en la Montaña Pelée (Monte Pelado), arrasaba la ciudad de Saint Pierre, su capital, dejando treinta mil muertos.
Antes de la erupción la cima se ubicaba a 1350 metros. En la cumbre se veían dos cráteres: en el primero se había formado un lago, mientras que el otro permanecía siempre seco. Por este motivo se los había llamado respectivamente el Lago de los Salmistas y el Abismo del Estanque Seco.
El 5 de agosto de 1851 el cráter del Estanque Seco había dado señales de actividad, echando humo y cenizas a unos cien metros. Pero después durante 50 años, se quedó completamente inactivo.
La primera señal de actividad ocurre en febrero de 1902: algunas pequeñas fumarolas aparecen un poco más debajo de la cumbre y se percibe un fuerte olor a azufre. En los lugares cercanos todos los objetos plateados se oxidan; las serpientes y los pájaros huyen; los bueyes y las ovejas rompen su soga cuando se los apacienta en las pendientes del monte. Los fenómenos siguen  hasta el viernes 25 de abril. Este día entre las siete y las ocho de la mañana, se oye una detonación subterránea, seguida inmediatamente de un sacudimiento. Dos horas  más tarde una ligera ceniza azulada, con fuerte olor a azufre, comienza a caer sobre el pueblo cercano El Pescador. Por la tarde la tierra tiembla nuevamente dos veces y seguidamente se secan las vertientes.
El 25 de abril de 1902 el Monte-Pelée empezó a dar muestras de actividad al sentirse temblores y explosiones en la cumbre que, ya antes, la aparición de fumarolas presagiaban. Los 40.000 habitantes de Saint-Pierre no parecieron preocupados hasta que a la ciudad comenzaron a llegar cenizas y nubes de gases procedentes del volcán.
El 27 de abril, mientras en la ciudad se lleva a cabo la primera vuelta de las elecciones legislativas, algunos curiosos suben  hacia el cráter y encuentran el Estanque Seco lleno de agua, formando un lago de 180 de longitud. En el costado sale de la roca un chorro de agua caliente, mientras se escucha en el subsuelo un ruido parecido al de una olla con agua hirviendo.
  La actividad del volcán aumenta paulatinamente; el 1º de mayo el horizonte está cubierto por las cenizas; el silencio es impresionante, ni siquiera se oye el canto de los pájaros…Una que otra vez se escucha el crujido de una rama seca, que ya no resiste el peso de las cenizas. Mientras tanto  el monte sigue expulsando enormes columnas oscuras.
   El 2 de mayo por la mañana los rugidos se multiplican y cerca de las 16 horas una columna de vapor negra, hinchada y atravesada por relámpagos aparece en la cumbre. Las cenizas siguen cayendo y por primera vez cubren la ciudad de Saint-Pierre.
  Duran te la noche del 2 al 3 de mayo, una suerte de cañoneo subterráneo y una detonación formidable despierta a los habitantes de Morne Rouge, pueblo ubicado al sureste del volcán. La tierra tiembla y se escucha un ronquido continuo, parecido a un gruñido de león. Todos salen de sus casas y contemplan el espectáculo  aterrador: el monte está como coronado de rayos, los cuales brotan sin cesar del cráter. El pánico se apodera de los habitantes. Corren a la Iglesia, asedian los confesionarios y se quedan allí hasta la mañana, esperando la muerte. Pero no es todavía la hora marcada por la Providencia.
  El 4 de mayo la actividad volcánica no adquiere mayor amplitud.  Pero al día siguiente, cerca de las 12,30, un  río de barro negro incandescente, de diez metros de altura, sale del cráter como un alud a una velocidad de 120 km/h y cubre en un santiamén la fábrica de ron de la familia Guérin, dejando visible sólo la chimenea. Ciento cincuenta personas habían sido engullidas.
   El 7 de mayo el volcán sigue lanzando abundantes cenizas. Mientras tanto los diarios afirman que la ciudad no tiene nada que temer y que la presión del subsuelo ya se alivió con las erupciones  de los días anteriores…Sin embargo no logran tranquilizar a todo el mundo. Muchos huyen, pero las autoridades no evacuan la ciudad.
  Sólo quedan algunas horas antes de la catástrofe. Después de tantas señales (terremoto, lluvia de cenizas, olor a azufre, calentamiento de las aguas de los arroyos, desaparición del agua del Lago de los Salmistas, destrucción de la fábrica Guérin) parece increíble que los habitantes de Saint-Pierre no hayan evaluado mejor  el peligro que los amenazaba.
Como se ha dicho el 27 de abril comenzaron las elecciones, el 2º escrutinio debía tener lugar ese domingo ll de mayo.  Pero no podía haber elecciones sin electores: para que la muchedumbre se quedara en Saint-Pierre había que tranquilizarla…lo que hicieron las autoridades.
   Después de una noche bastante turbulenta, salpicada de rugidos cavernosos, amanece el 8 de mayo, día de la Ascensión . Grandes nubes negras oscurecen el cielo.


Flujo pircláctico bajando de la montaña Pelée.

  A las 6:30 el
buque Rubis zarpa para Fort-de-France, la capital de la isla, literalmente asaltado por los numerosos viajeros que huyen espantados por la noche anterior. Tocan las campanas de las iglesias para llamar a los oficios religiosos. Una detonación terrible se escucha súbitamente: son las 7:50, hora decisiva que conocemos gracias a un reloj roto encontrado en el hospital de los Padres de San Juan de Dios. Se oye un  ruido similar al de centenares de sirenas de buque sonando al mismo tiempo; seguidamente una nube humeante de 400ºC, hinchada, negra, atravesada por relámpagos y de un tamaño de quince millones de metros cúbicos sale del volcán entreabierto, y en un abrir y cerrar de ojos, a una velocidad de 450 metros por segundo, se precipita sobre la ciudad, la cubre, la abrasa, llega hasta el mar y, derramándose hacia todos lados, forma como una montaña de cenizas y de fuego hasta alcanzar cuatro mil metros de altura.
  Después de haber pasado la ciudad, la nube frena repentinamente, detenida por un violento viento. En ese momento se ven las consecuencias  de la catástrofe: Saint-Pierre se ha transformado en un mar de llamas. Setenta segundos alcanzaron para destruir aquella  hermosa ciudad. Una lluvia de cenizas cubre los escombros, cual una mortaja. De los treinta mil habitantes presentes no sobrevivió ninguno, todos terminaron quemados, asfixiados o fulminados.
   En el momento de la erupción cuatrocientos barcos fondeaban en el puerto de Saint-Pierre. Uno solo, el Roddam, se salvó de la destrucción instantánea. Un pasajero del mismo relató que “cuando la columna de fuego y de lava se echó sobre la ciudad, se elevó un inmenso clamor; gritos de desesperación y angustia. Aquel griterío lúgubre y desgarrador fue tal, que superó el volumen del sonido del mar y del volcán. Vimos una gran muchedumbre precipitarse hacia la orilla. Pero aquellos infelices no llegaban a correr mucho tiempo,  causa del fuego que los envolvía. Caían como moscas y los que alcanzaron el mar, en el que pensaban encontrar su salvación, fueron engullidos por una inmensa ola. Las aguas, por lo demás estaban hirviendo y aquellas pobres víctimas murieron quemados aún antes de ahogarse”.
EL CASTIGO DE LA IRRELIGIÓN.  En el momento de la catástrofe Saint-Pierre se destacaba entre las ciudades francesas por su lujo y su confort. Allí se fomentaban todos los vicios que puede generar la molicie. La religión no sólo era objeto de indiferencia, sino de desprecio e insulto público, bajo la influencia de una poderosa logia masónica.
    El carnaval atacó aquel año especialmente la religión. Se notaron disfraces de monjes y religiosas. El obispo del lugar, Mons. De Cormont, había tenido que acortar la procesión de Corpus Christi del año anterior a causa de los insultos y de las piedras que tiraban hacia el cortejo… El 10 de abril de 1902 el mismo tuvo que dejar la Martinica para tranquilizar la efervescencia suscitada por el nombramiento de un sacerdote. Muchos no aceptaban la decisión del Obispo. Algunos pasantes, enfervorecidos por la masonería, le tiraron piedras a modo de despedida. Mons. De Cormont les contestó: "Ustedes nos tiran piedras, el volcán se las devolverá”
La obra de los sectarios estaba produciendo fruto. Se afirma que el motivo principal de la Ira Divina fue la tremenda profanación del Viernes Santo del 28 de marzo de 1902. Ese día los fieles van a misa y en el almuerzo comen arroz y bacalao, como es la costumbre. Pero un grupo alborotado, no obstante se dirige hacia uno de los hoteles de la ciudad, en el cual se ha preparado un banquete. Éstos son los representantes del librepensamiento, los cuales van a comer con fanfarronada los alimentos más cebados que puedan inventar, en contradicción con la abstinencia universal, para manifestar su libertad de espíritu. Se abren y se vacían numerosas botellas; seguidamente, cuando ya se tomó bastante, aquel bando diabólico comienza a recorrer las calles de la pequeña capital, gritando cosas soeces y ridiculizando la imagen de Cristo que llevaron con ellos. Pronto llegan fuera de la ciudad y toman el camino del monte, el cual se levanta ante ellos, majestuoso.  Catorce veces el grupo de detiene y parodia, en medio de infames blasfemias, las estaciones del  Vía Crucis para mofarse de las escenas de la Pasión.  
Suben, suben  más y más, siempre más excitados, inventando a cada paso blasfemias más horrendas. Por fin alcanzan la cumbre. Contornan el lago y sus aguas serenas, llegan ante la boca del volcán y allí, en medio de una zarabanda infernal, aullando y gesticulando, echan al fondo del abismo la imagen de Aquel que murió sobre la Cruz, hace diez y nueve siglos, para redimir al alma de estos alienados.
   El día de la Ascensión, entre los estertores de los muertos y los gritos de espanto, el volcán contestaba a los  ofensores de Cristo y hacía subir nuevamente la cruz hacia los cielos…
   El Jueves 8 de mayo del año 1902 correspondía efectivamente con la fiesta de la Ascensión…¿Habría sido apenas una pura casualidad? Está más que claro que los librepensadores no tenían ningún interés en que se difunda la historia. Por esta causa se la consideró como una fábula y un invento de los católicos. Hoy en día ya no se la menciona en ningún lado.
   ¿Castigo Divino o pura coincidencia? El cielo se encargó de resolver el interrogante. Varios hechos extraordinarios pusieron de manifiesto el carácter punitorio de la erupción.
La espada de fuego  Nueve meses antes de la erupción, dos religiosas que residían en Saint-Pierre vieron  cada una por su lado una espada de fuego planeando sobre la ciudad. Se preguntaron espantadas lo que ello podía significar. Conservaron el silencio sobre lo que habían visto hasta la hora del recreo. Una de las dos dijo a las otras hermanas: Vi algo extraordinario y espantoso” La otra hermana, que había tenido la misma visión, le contestó: “No puede ser hermana, que usted haya visto algo más espantoso y extraordinario de lo que yo vi”. Interrogadas por las religiosas, ambas afirmaron claramente haber visto una espada de fuego planeando sobre la ciudad de Saint-Pierre.
Las cortinas manchadas. Sucedió algo extraordinario más o menos al mismo tiempo en otro convento de la misma congregación en Morne Rouge. Varios días seguidos “una de mis hermanas y yo, cuenta Sor Margarita María, encontramos las cortinas de nuestras camas cubiertas con amplias manchas rojas, como de sangre. Se cambiaron dos veces las cortinas pero se repitió el mismo fenómeno”. Asombro grande en la comunidad. ¿Qué significaba aquel hecho extraño? Se preguntaban las religiosas.
Los sollozos misteriosos. En el mismo convento de Morne Rouge, durante los tres meses que precedieron el cataclismo se escuchaban de noche unos sollozos, suspiros y oraciones en los pasillos, durante los días del carnaval, los mismos sucesos misteriosos ocurrieron incluso durante el día y se escucharon ruidos de llantos en varias partes del convento. La vigilia del Miércoles de Cenizas, particularmente marcado por los excesos licenciosos, mientras la comunidad entera rezaba en la capilla para hacer reparación por los pecados, la Superiora, enferma, estaba en su habitación. Desde su cama escuchó llorar ruidosamente detrás de la puerta, de tal manera que mandó a la hermana que la cuidaba que fuera al pasillo y se fijara.  No vio a nadie. 
Las afirmaciones de Melania de La Salette. Ésta tuvo la visión detallada de la destrucción de Saint-Pierre varios días antes. Profetizó que el número de las víctimas: cuarenta mil. El Padre Combe mantuvo con ella el siguiente diálogo:
-“Cuáles son los espantosos crímenes, además de la impureza, los que llamaron semejante plaga sobre aquellas poblaciones, reputadas muy católicas?
- “El Viernes Santo último pasado, contestó Melania, un gran Cristo de más o menos un metro fue arrastrado por las calles de Saint-Pierre con una soga; lo llevaron hasta la pendiente del monte y lo patearon al abismo”
- “Puesto que ese sacrilegio provocó la maldición de Dios sobre una región entera, ¿habrá sido la obra de numerosos hombres y mujeres?” preguntó el Padre Combe.
- Solamente algunos, replicó Melania, pero los dejaron hacer, y una docena de niños los seguían. Aquella mañana de la Ascensión, el monte se abrió por ese lado, Usted pensará; ¿Cómo Dios puede castigar de semejante modo? ¿Será justicia? En las épocas de verdadera fe otras profanaciones ocurrieron. Esta es la diferencia: se mostraban con el dedo las profanaciones, algunos fueron condenados fuertemente por el poder civil; otros fueron castigados milagrosamente. En el caso de Martinica la profanación fue pública; los dejaron hacer; niños seguían entre el Viernes Santo y el Jueves de la Ascensión, ¿acaso se habló de oraciones de desagravio, o de procesiones y penitencias públicas organizadas por el clero para aplacar la ira de Divina?
   Después de la destrucción de Saint-Pierre hubo que esperar dos días antes de poder pisar la ceniza hirviente que cubría el suelo de los escombros. Un detalle referido por los primeros exploradores de las ruinas parece confirmar el carácter de castigo de la catástrofe: en medio del caos de las ruinas no reconocieron la geografía de la ciudad, la que, sin embargo, conocían muy bien.
  Por todas partes se amontonaban los cadáveres carbonizados, putrefactos, difundiendo un olor mefítico que viciaba el aire. En la Catedral un confesionario había permanecido parado, íntegro. En una pared cercana, un afiche había sido preservado de las llamas, mientras otros, al lado, estaban completamente carbonizados.Aquella inscripción espantosa decía: “Cristo al potro; la Virgen a la cuadra". Según  dice San Pablo, "de Dios nadie se burla..." (Gálatas 6,7).
   El 16 y 17 de mayo nuevas erupciones causaron algunas víctimas: esencialmente algunos ladrones que acudían, como buitres, para despojar los cadáveresDespués del 20 se los encontrará muertos, acostados sobre una bolsa de objetos de plata que se estaban llevando; uno fue hallado sobre otro cadáver, como si trataba de arrancarle las joyas…La erupción del 20 tuvo un efecto benéfico a nivel de la higiene: sepultó los cadáveres, evitando así la aparición de epidemias.
  La última erupción devastadora tuvo lugar el 30 de agosto de 1902; destruyó el pueblo de Morne Rouge y causó dos mil víctimas. La iglesia fue totalmente destruida, pero en medio de los escombros los sobrevivientes encontraron, un poco oscurecida, la imagen de Nuestra Señora de la Delivrance conservada milagrosamente. Había permanecido parada e intacta en su pedestal. Desde ese día los martinicos recuerdan el milagro cada  30 de agosto, con una gran procesión en honor de su patrona. La última palabra, la tuvo la Madre de misericordia…
(Extraído del artículo del Padre Nicolás Pinaud,FSSPX, publicado en la revista “La Sal de la Tierra” nº 40).



SAINT-PIERRE UNOS MINUTOS DESPUÉS DE LA ERUPCIÓN


OTROS DETALLES DE LA CATÁSTROFE

LA NEGLIGENCIA DE SAINT-PIERRE. 40.000 MUERTOS, 1000 SERPIENTES VENENOSAS Y SÓLO 3                         SOBREVIVIENTES.
Las serpientes:
3 de mayo de 1902
El volcán no dejaba de mandar avisos, el mar retrocedió unos 100 metros para seguidamente volver a su posición inicial desenmascarando las presiones que los movimientos internos ejercían al lecho marino. La montaña no dejaba de producir fuertes detonaciones, fumarolas y emisiones de ceniza fina (piedra pómez). Los animales de granja comenzaron a morir de hambre y sed, ya que sus fuentes de agua y alimentos fueron contaminadas con ceniza.
Quizás el suceso más sorprendente de todos los desencadenados por las ‘señales’ del Mont Peleé fue la invasión de serpientes. Escapando de los vapores malsanos y venenosos que generaba la montaña, una miríada de serpientes emigró de forma forzosa y acelerada hacia Saint-Pierre . Cientos de serpientes, de casi dos metros de largo invadieron la ciudad. Estas víboras amarillas (Bothrops lanceolatus), una de las serpientes más venenosas del mundo, pertenecen a una especie única que sólo se desarrolla en la isla de Martinica.
Todo aquel animal o persona que se cruzó en su camino murió. Los soldados y los gatos gigantes de Martinica las mataron mientras pudieron, pero fueron muchos los que murieron, estimándose en unas 50 personas las bajas causadas por este extraño incidente.

El 5 de mayo la situación era ya muy grave al formarse un río de agua hirviendo rebosada del volcán que en su descenso hasta el mar se mezcló con cenizas y otros restos matando a su paso a 23 personas y originando un tsunami que anegó las zonas más bajas de la isla.
8 de mayo de 1902. 07:30 horas

Cómplice del santoral (Día de la Ascensión) una colosal y densa columna piroclástica se elevó a más de 10 km de altura sobre el Mont Pelée la penumbra proyectada anticipó las ‘sombras’ que se acechaban. 30 minutos después de la explosión, al ceder el empuje vertical, la columna colapsó y descendió a más de 150 Km/h por las laderas cubiertas de lava incandescente hasta alcanzar y asolar completamente todo St. Pierre y el mismo puerto.


La Negligencia:
El desastre de St Pierre pudo haberse minimizado, de hecho, el 20 de mayo el Monte Pelée volvería a estallar aun más violentamente pero sin víctimas por que ya no había ser viviente alguno en la zona. Un cúmulo de negligencias circunstanciadas a las elecciones a gobernador que debieron celebrarse el 11 de mayo evitaron que la ciudad fuera evacuada como aconsejaron la mayoría de los científicos ajenos al movimiento progresista del gobernador electo Luis Mouttet., tenía todo su interés en las elecciones que se ian a celebrar el 11 de mayo próximo.
2 de mayo de 1902
El señor Luis Mouttet se dedicó a desdeñar y minusvalorar todos los partes y avisos de la inusual actividad volcánica, y por razones meramente políticas se resistió a la evacuación general. Cuando la opinión pública presionó para conocer el verdadero peligro de la situación, para tranquilizar a la población y evitar que huyeran de la isla, Luis Mouttet organizó una ‘farsa’ de comisión científica formada por líderes ciudadanos y ( el único pseudo-científico era el profesor de la escuela secundaria ) que dictaminó que no existía peligro de una erupción inminente y, por lo tanto, no había que evacuar St. Pierre. En realidad el gobernador quería asegurarse los votos de sus electores, compuestos por la clase más pudiente y la única con medios para abandonar la isla. El gobernador convenció a los editores del periódico local de la conveniencia de minimizar el peligro de una erupción de la Montaña Pelada, A pesar de estas medidas “disuasivas”, algunas personas dejaron la ciudad y entonces el gobernador decidió enviar tropas a patrullar los caminos para impedir la salida de los atemorizados habitantes y devolverlos a sus casas.
La situación fue empeorando pues la actividad del volcán, lejos de disminuir, aumentaba. Como consecuencia  de ello, escapando de los vapores venenosos procedentes de la montaña, la ciudad fue invadida por nubes de mosquitos y, y más grave la invasión de esas víboras.
Luis Mouttet y su esposa murieron presos de su ambición y cubiertos de gloria y ceniza bajo el volcán Mont Peleé el 8 de Mayo de 1902 junto a casi 40.000 ciudadanos engañados.


COLOMBIA - ARMERO- 


-AÑO 1948 -

ARMERO era un pueblo que se encontraba al sur de Bogotá (Capital de Colombia), compuesto de un poco más de 20.000 habitantes.
  En el año 1948  fue escenario de desórdenes políticos, originados en la capital como consecuencia de una sublevación popular liderada, entre otros, por Fidel Castro, y conocida con el nombre de el bogotazo”, durante la cual se intentó derrocar al gobierno conservador, pero que finalmente fracasó.
  En ese entonces, era párroco del lugar un piadoso sacerdote de apellido Ramírez, quien fue acusado por los revoltosos de guardar armas en la iglesia en favor del gobierno; por lo cual lo amenazaron de muerte. Dichas acusaciones eran completamente falsas, y solamente tenían fundamento en la simpatía que tradicionalmente existió entre el clero y el Partido Conservador.
  Lo relevante del caso es que este sacerdote tuvo la oportunidad de escapar de sus agresores y evitar la muerte, pero prefirió quedarse en su puesto y afrontar el martirio. No quería dejar su parroquia a merced de aquellos hombres, que seguramente la iban a profanar como ya se había hecho con las iglesias de Bogotá y de otras partes del país. Además, él mismo decía que cada vez que iba a consultar al Santísimo Sacramento, recibía la orden de permanecer allí.
  Por último, pidió con fervor la corona del martirio y le fue concedida esta gracia. Su muerte fue muy cruel, pues los verdugos de hierro, poniéndolo de rodillas en plena plaza pública y ante la mirada atónita de la gente. Su cuerpo fue arrastrado por las calles en medio de un gran vociferío y, finalmente, arrojado al río que pasa cerca del lugar.
  Una vez que el obispo de la diócesis hubo llegado al sitio de los acontecimientos y se hubo enterado de lo ocurrido, maldijo al pueblo y al río. Se había cometido un crimen gravísimo en la persona de un santo sacerdote, quien empezó a ser conocido en toda Colombia como “el mártir de Armero”.
   De todas maneras algunas personas tomaron en serio la tal maldición proferida por el obispo,  al punto que decidieron recurrir a Roma para solicitar del entonces Papa  reinante Pío XII, su anulación. El venerable Pontífice vaciló por algún tiempo ante semejante pedido, pero finalmente accedió a hacer una especie de derogación de la sentencia que pendía sobre la triste población  de Armero.

LLEGADA AL FATÍDICO ARMERO EN 1985
  Así llegamos al fatídico año de 1985. En una madrugada de noviembre, las autoridades advirtieron que algo pasaba cuando vieron las cenizas que caían por todas partes expulsadas por el temible volcán que durante tantos años fue testigo mudo de la historia de aquel pueblo.
   Inmediatamente se pensó en evacuar toda la región, ante lo que parecía una inminente tragedia de proporciones alarmantes, se dictaron, pues, los primeros pasos de la operación para tratar de alejar lo más posible a los desafortunados pobladores. Por desgracia, todo cambió a última hora, pues había llegado procedente de Bogotá el célebre padre Governa, un científico colombiano especializado en fenómenos naturales (¡quién sabe si en los sobrenaturales también!), quien dictaminó que la situación no era para tanto, que no había ningún peligro, y que todo el mundo podía quedarse tranquilo y dormir esa noche en sus casas. y dicho esto, regresó a Bogotá, antes de terminar el día.
  Diez minutos, nada más, bastaron para que más de 20.000 personas quedaran sepultadas bajo el lodo implacable que produjo la nieve derretida por el volcán, y que se fue formando a lo largo del río maldito.
  Para dar una idea de la magnitud  de la catástrofe, base decir que la torre de la iglesia, de unos catorce metros de altitud, quedó totalmente cubierta.
  Lo único que se salvó fue el cementerio, donde reposan los restos del sacerdote mártir. El padre Governa murió algunas semanas después, mientras participaba en un congreso de sismología en el exterior.
   Hay un castigo que Dios envía a los pueblos pecadores y consiste en entregarlos en manos de malos gobernantes. Así lo hizo en otro tiempo con el pueblo judío (Sal. 105 y IV Rey 9,9-14). Es un castigo terrible porque los malos gobernantes tiranizan a sus pueblos, los asfixian con impuestos siempre en aumento, los corrompen con vicios, les arrancan la Fe, destrozan sus familias, arruinan la Nación, destruyen las sanas costumbres, los aborregan con lavado de cerebro. Les mienten con frecuencia, y los engañan con libertades que León XIII  llamaba la perdición, convirtiéndolos en animales que sólo ansían, como los antiguos paganos de Roma, llenar bien sus estómagos, gozar del sexo,  y divertirse sin freno.
  En esos pueblos impera el egoísmo, la ambición, la violencia, el engaño, la estafa, el desorden, el vicio, la ley del más astuto y descarado; y se enseñorean desvergonzadamente en ellos los afeminados, los impúdicos y los impíos.
  Es el castigo  que ha caído sobre España y otros pueblos con la DEMOCRACIA LIBERAL, donde la mentira se hace verdad, lo feo artístico, lo grosero moral, el desorden impide la convivencia, el error se adueña de los espíritus, la injusticia ahoga  la paz, el país se hunde en hedionda corrupción y un malestar invade toda la nación.          
   Quizá no haya peor castigo para un pueblo que la Democracia, que es el “GOBIERNO DE TODO LO PEOR, Y TODO LO PEOR HECHO GOBIERNO”” (Stan Popescu)
   Los pecados públicos exigen que se castiguen los pueblos como tales, y así como “sale el sol para los buenos y malos, y llueve sobre justos e injustos2 (Mt. 25,33), del mismo modo el castigo ha de ser general para todos…  Después, en el Juicio Universal,  habrá separación de buenos y malos con el premio y castigo correspondientes (Mt.25, 33).
   Hace años que Dios, a través de su Madre Santísima, nos está avisando de inminentes castigos si no nos enmendamos. Recemos a Ella para que nos alcance un verdadero arrepentimiento de nuestros pecados y nos conserve en el santo temor de Dios, pues “A QUIEN TEME AL SEÑOR, LE IRÁ BIEN EN LO ÚLTIMO DE SU VIDA, Y EN EL DÍA DE SU MUERTE SERÁ BENDITO”(Eccl.1, 19)
(del Padre Pedro Muñoz- Rev. Iesus Christo "Ira Divina-El volcán colombiano").

                                          PADRE PEDRO MARÍA RAMIREZ RAMOS


                                      MÁRTIR DE ARMERO, asesinado el 9 de abril de 1948


                     FATÍDICO DÍA -  13 NOVIEMBRE 1985 -

Nevado del Ruiz- - Departamento de Tolima


Nevado del Ruiz- Boca del cráter


  La tragedia de Armero, una mirada para la historia
© Frank Fournier. Omayra Sanchez, 13 años, estuvo 60 horas atrapada entre los restos del volcán. Finalmente, perdería la consciencia y moriría.
El 13 de noviembre de 1985 la erupción del volcán Arenas del Nevado del Ruiz arrasó el departamento de Tolima, Colombia. El desastre natural de Amero es la segunda erupción volcánica más mortífera del siglo XX dejando a su paso más de 20.000 muertos.
El volcán que llevaba inactivo cerca de 70 años, tomó por sorpresa a decenas de miles de personas que se vieron sepultadas por cuatro ríos de lodo, tierra, escombros y restos volcánicos, que descendían a gran velocidad por las laderas del Nevado. Las autoridades llegaron a establecer en más de 60 km/h la velocidad con la que los lahares arrasaban las pequeñas localidades del departamento de Tolima.
El símbolo humano de la tragedia fue Omaira Sánchez, una niña armerita residente en el barrio Santander, de 13 años, que quedó atrapada entre rocas y ladrillos y que agonizó durante sesenta horas en el fango, víctima de la gangrena gaseosa. Gracias a las crónicas del periodista Germán Santamaría, Omaira se convirtió en el símbolo mundial de la peor tragedia ocasionada por un volcán en este siglo; durante el tiempo que sobrevivió habló con periodistas y socorristas y constantemente envió un mensaje de fe y esperanza.


             EL FANGO DEL VOLCÁN IBA SUBIENDO DE A POCO- GRACIAS A DIOS MURIÓ ANTES

OMAIRA SÁNCHEZ GARZÓN. MÁRTIR DE ARMERO de 13 años de edad, atrapada en el fango del volcán Arenas del Nevado del Ruiz.
Temple, generosidad de la niña a pesar del drama. Atrapada por estructuras que generaban como una piscina de lodo que aumentaba su caudal poco a poco.  Se la recuerda como portadora de una enorme entereza, de una lucidez asombrosa..
Una niña que fue valiente en los momentos en que una persona es más vulnerable, los de la agonía que es la antesala de la muerte. “Debo vivir, apenas tengo 13 años.” . “Quiero que cuando salga me tomen con una cámara cómo salgo yo triunfante”.
Era muy madura para su edad, le gustaba ir a la Escuela pues decía “que era la única manera de salir adelante”
No se quejó de los dolores, fue la Niña Coraje”
Envía mensajes a su familia, (con el agua que le llega ya a la boca: (¡Aún en semejante momento pide permiso para hablar!)
“¡Ay! voy a decir unas palabras, ¿puedo?  (Fueron sus últimas palabras)–Mamá ¿tú me escuchas?: Yo creo que sí. Reza para que yo pueda caminar y que esta gente me ayude. Mami te quiere mucho papi, hermano y yo. ¡Adiós madre! (Piensa que su madre se queda sola- Se diría que se daba cuenta que no podía vivir y le dice Adiós) Quedó atrapada sobre los cadáveres de su padre, de su hermano y de una tía, sobre la cual estaba parada. Luchó por vivir no por ella sino por su mamá pues si ella moría la madre quedaría sola, sin familia, tenía que vivir para acompañarla.
Cerca del desenlace alucinaba por ratos; decía que se la hacía tarde para llegar al colegio. “voy a perder el año porque he faltado a la escuela”. Cantaba, recordaba a su familia, aunque ya muy cansada.  Era un ser incomparable, pedía a los socorristas que primero  rescataran a otros y luego la ayudaran a ella. Se preocupaba porque los rescatistas trabajaban mucho y les decía. “vayan  a descansar y luego me sacan de aquí”. Pensaba en los demás, en el cansancio de los socorristas siendo que ellos estaban mucho mejor que ella. Hablaba con todos con tranquilidad acogedora. Quedó allí en terrada en su propia casa, con su padre, hermano y tía. Su madre estaba en Bogotá a donde había ido por unos días por asuntos de trabajo.
El pueblo de Armero desde entonces se convirtió en Cementerio..       
La tecnología de esos años no era apropiada para salvamentos de esta gravedad. Al tercer día recién llegaron unas viejas motobombas no adecuadas para succionar el lodo. No sirvieron para nada.

En ese momento, en Colombia había un desorden político tremendo, anarquía, fraude y corrupción; era lo que gobernaba a Colombia, lo que imposibilitaba una correcta ayuda a los damnificados del pueblo, ayuda que seguramente podría haber salvado la vida de Omaira y ¡tantas otras! Pero no fue así:de 40.000 habitantes, murieron 25.000 sepultados por el lodo.
Las de Armero fueron 25 mil muertes anunciadas. El gobierno, los políticos fueron indiferentes a las señales que desde hacía meses presagiaban la tragedia.

Llama la atención que en ningún momento se refieren a la presencia de un sacerdote, más aún ni al lado de esta niña. Los socorristas y periodistas la acompañaban día y noche, pero no hay una sola foto o you tube en que se lo mencione, al menos en el Monte Peleé los habitantes al verse en peligro corrieron a confesarse.
¿Será hasta ese punto que los armeros estaban alejados de Dios?




ITALIA-  MESSINA Y  REGGIO  CALABRIA-

                  TERREMOTO Y TSUNAMI 28.12.1908

  El 24 de diciembre un diario marxista se permitió publicar la siguiente blasfemia: "NIÑO JESÚS, ENVÍANOS DE NUEVO, SI ES QUE PUEDES, UN TERREMOTO"  Al cabo de cuatro días, el 28 de diciembre, hubo un espantoso terremoto en que murieron  en pocos minutos un tercio de los habitantes; el incendio que siguió destruyó toda la ciudad.Entre los escombros se hallaron fragmentos del periódico blasfemo.


El 28 de Diciembre de 1908 la tierra comenzó a temblar en las ciudades italianas de Messina y Reggio de Calabria entre las 5.20 y las 5.21. el temblor de este terremoto de 7.2 grados en la escala Ritcher se llegó a notar en 300 km a la redonda.

Poco después, un maremoto de olas de 12 metros de altura terminó de devastar las dos ciudades situadas en ambos extremos del estrecho de Messina, entre Sicilia y la península itálica.


El 93% de las estructuras en Messina fueron destruidas ya que no habían sido construidas a prueba de este tipo de fenómenos. Unas 70.000 personas murieron sepultadas bajo los escombros de sus propias viviendas a pesar de las intensas búsquedas. Aun así se llegó a rescatar a familias enteras incluso días después de la catástrofe. En total se estima que hubo entre 100000 y 200000 muertos.



Estimación del epicentro en la época
Existe la teoría de que el tsunami no fue causado directamente por la fricción de placas que originó el terremoto sino por un deslizamiento submarino de tierra que se vería empujado por el terremoto. Esto llevó a los sismólogos a situar el epicentro en otra parte que se adecuaba más a las características del terremoto y del tsunami:


200.000 VÍCTIMAS - 20 CIUDADES Y PUEBLOS DESTRUIDOS - LA HUMANIDAD DE DUELO





SAN PÍO X Y SU AYUDA DURANTE AÑOS A LOS DAMNIFICADOS DE LA TRAGEDIA.
“Recuerdo –dice Merry del Val- cómo después del horrible terremoto de Messina y Reggio Calabria, cuando a manos del Santo Padre habían llegado grandes sumas para la reconstrucción de iglesias y escuelas, así como para aliviar a las desgraciadas víctimas de la tremenda catástrofe, no pocas personas piadosas le instaron a que destinara parte de los fondos de Messina para otras obras de celo, más o menos relacionadas con Sicilia o Calabria. El Papa invariablemente, denegaba esas peticiones. “Ni un céntimo –decía- de lo que los fieles me han entregado para las víctimas de los terremotos será invertido en otra obra, y yo soy responsable ante ellos”.  Estos fondos que alcanzaban la cifra de seis millones de francos, fueron administrados y distribuidos por él mimo en persona. El balance anejo a la cuenta general, publicada en la prensa de todo lo invertido en Calabria, fue obra suya personal, y dejó atónito al jefe de Contabilidad del Vaticano por la rapidez y exactitud con que revisó listas interminables de cifras, verificando los cálculos necesarios para separar las distintas sumas destinadas a finalidades diversas. Terminado su informe económico, recuerdo que pronunció las siguientes palabras: “Estoy pensando  si quizá no será éste el último balance que hagamos abarcando tantos millones generosamente donados por el mundo entero para alivio de las provincias atacadas” Desgraciadamente no se equivocó. (El Papa San Pío X-Memorias por Card. R. Merry del Val. P.82) San Pío X dispuso el traslado y alojamiento de numerosos damnificados a la Villa Marta, en el Vaticano. En su testamento destinó una suma de dinero para seguir ayudando a sus hijos de Messina y Reggio Calabria.

En su mayor parte estas tragedias se podrían haber evitado. Dicen sobre Armero:La tragedia pudo haberse evitado. Desde octubre de 1984 existía la advertencia de una eventual erupción; en diciembre de 1984 se presentaron fumarolas, clara evidencia de lo que se gestaba. Entre febrero y octubre de 1985, técnicos de Ingeominas acompañados por geólogos norteamericanos trabajaron en la zona y elaboraron un mapa preliminar de riesgo volcánico. El 24 de septiembre de 1985 el representante de Caldas, Hernando Arango Monedero, adelantó un debate en la Cámara a cuatro ministros sobre el peligro; muchos no le creyeron y fue considerado como un sensacionalista. Fue una tragedia anunciada, que sirvió para que la toma del Palacio de Justicia pasara a segundo plano.

Montañistas, científicos, un músico, un alcalde y un congresista anunciaron hace 25 años que Armero estaba en peligro si no se evacuaba. Aún así, el Estado ha sido exonerado de toda responsabilidad en la tragedia.que justo antes de Navidad, el 22 de diciembre de 1984, una explosión de humo de color verde limón y chispas naranja sobre el Nevado del Ruiz había precedido un gran incendio forestal. Tampoco sabíamos que los campesinos habían visto morir a los peces de la cuenca del Otún, del Recio y del Lagunillas, envenenados con azufre en ese mismo mes, tal como había ocurrido 145 años antes, según los reportes históricos.  


CONCLUSIÓN
Para terminar repetiremos lo expresado por el Padre Muñoz sobre la situación de Armero y sobretodo de los pueblos alejados de Dios y sus consecuencias. En general son los políticos los culpables del resultado los cataclismos que sufre la humanidad.
Hay un castigo que Dios envía a los pueblos pecadores y consiste en entregarlos en manos de malos gobernantes. Así lo hizo en otro tiempo con el pueblo judío (Sal. 105 y IV Rey 9,9-14). Es un castigo terrible porque los malos gobernantes tiranizan a sus pueblos, los asfixian con impuestos siempre en aumento, los corrompen con vicios, les arrancan la Fe, destrozan sus familias, arruinan la Nación, destruyen las sanas costumbres, los aborregan con lavado de cerebro. Les mienten con frecuencia, y los engañan con libertades que León XIII  llamaba la perdición, convirtiéndolos en animales que sólo ansían, como los antiguos paganos de Roma, llenar bien sus estómagos, gozar del sexo,  y divertirse sin freno.
En esos pueblos impera el egoísmo, la ambición, la violencia, el engaño, la estafa, el desorden, el vicio, la ley del más astuto y descarado; y se enseñorean desvergonzadamente en ellos los afeminados, los impúdicos y los impíos.
Es el castigo  que ha caído sobre España y otros pueblos con la DEMOCRACIA LIBERAL, donde la mentira se hace verdad, lo feo artístico, lo grosero moral, el desorden impide la convivencia, el error se adueña de los espíritus, la injusticia ahoga  la paz, el país se hunde en hedionda corrupción y un malestar invade toda la nación.          
Quizá no haya peor castigo para un pueblo que la Democracia, que es el “GOBIERNO DE TODO LO PEOR, Y TODO LO PEOR HECHO GOBIERNO”” (Stan Popescu)
Los pecados públicos exigen que se castiguen los pueblos como tales, y así como “sale el sol para los buenos y malos, y llueve sobre justos e injustos" (Mt. 25,33), del mismo modo el castigo ha de ser general para todos…  Después, en el Juicio Universal,  habrá separación de buenos y malos con el premio y castigo correspondientes (Mt.25, 33).
 Hace años que Dios, a través de su Madre Santísima, nos está avisando de inminentes castigos si no nos enmendamos.Recemos a Ella para que nos alcance un verdadero arrepentimiento de nuestros pecados y nos conserve en el santo temor de Dios, pues “A QUIEN TEME AL SEÑOR, LE IRÁ BIEN EN LO ÚLTIMO DE SU VIDA, Y EN EL DÍA DE SU MUERTE SERÁ BENDITO” (Eccl.1, 19)
                        del Padre Pedro Muñoz- (Rev. Iesus Christo "Ira Divina.El volcán colombiano"


Flujo piroclástico  También conocidas como nubes prioclásticas o ardientes, son uno de los fenómenos
destructivos que se conocen; un manto plástico de alta velocidad y temperatura se desplaza sobre cualquier superficie, calcinando todo lo que toca, como si de una pequeña explosión nuclear (pero sin radiación). Los flujos piroclásticos bajan por las laderas de los volcanes a velocidades sorprendentes, mismas que se ven incrementadas cuando son producidas por una explosión, o cuando se generan por el colapso de una columna eruptiva. En estos casos el componente explosivo de estos eventos se suma a la velocidad con la que normalmente un cuerpo baja por la fuerza de gravedad en la pendiente del volcán.Su naturaleza violenta y su alta energía ocasionan que la vegetación que encuentra a su paso sea arrastrada o sepultada en ocasiones por varios metros de material volcánico. Si un árbol llegara a permanecer en pie, quedaría calcinado y probablemente con fragmentos de roca incrustados en el tronco.

Coladas piroclásticas bajan  por la ladera del volcán Mayon en Filipinas en su erupción de 1984.

                        Restos  humanos alcanzados por colada piroclástica en Pompeya


LAHAR Son fluidos compuesto de sedimentos volcánicos con una gran cantidad de agua. Puede estar conformado de diferentes granulometrías  y tipos de rocas. Estos flujos se pueden provocar por  la saturación de agua en los macizos volcánicos provocando el arrastre de material, ya sea por intensas lluvias o deshielo, por lo que igualmente pueden ocurrir lahares aunque el volcán no esté en erupción. Un lahar hace referencia a una avalancha de productos volcánicos, al ser un flujo en su mayoría busca los cauces de los ríos para seguir su trayectoria. Pueden ser fríos o calientes, dependiendo de la condiciones volcánicas así como del material que arrastre. Los lahares son altamente destructivos debido a la gran velocidad que toman y a su alta densidad. Uno de los lahares más grandes  se dió el día 13 de noviembre de 1985 en el volcán Nevado Ruiz en Colombia, fluyendo aproximadamente 80km

COLADA En vulcanología, una colada es un manto de lava fluida , emitido por un volcán durante sus erupciones. Una colada lineal desciende a lo largo de la pendiente de la ladera que parte del cono del volcán. En aquellos cuyas erupciones se efectúan por fisuras, el derrame de magma puede formar extensos campos o mantos de lava. Las lavas muy ricas en escorias adquieren, al solidificarse, un aspecto rugoso. Cuando la erosión rebaja profundamente el terreno circundante, una colada de lava forma una mesa.